Me vas a permitir que me ponga un poco pedante y que te cuente una historieta que le pasó a Julio César. ¿A cuál? A Cayo Julio César. En la wikipedia puedes encontrar a todos los demás Julios César. Supongo que todos son hermanos porque comparten apellidos. Sexto Julio César, Lucio Julio César, … 🏛️
El caso es que Cayo era un tipo duro de roer en la batalla. No escatimaba en medios para sus victorias. La más famosa, y que dejó frasecita épica para la posteridad, es la victoria en el reino de Ponto, la batalla de Zela. “Veni, vidi, vici”, es decir, “vine, vi, vencí”. 🗡️
Puso el listón muy alto. 🎖️
No te aburriré con los detalles, si quieres saber puedes leerlo en la Wikipedia. El caso es que Cayo llegó a Zela y en cinco días derrotó al ejército de Farnaces, un tipo que consiguió salvar su culo y huir. Cinco días, se dice pronto. Lo que dura una semana laboral. 📚
Hoy no voy a hablar tanto de gestión de equipos y la importancia de hacer las cosas con tiempo. El suficiente, ni más ni menos. Tampoco te daré la brasa sobre la importancia de la calidad y la relación que tiene con la dedicación. Hoy te quiero hablar de carreras profesionales. Para ti como manager pero también para tu equipo. 📈
El caso es que vivimos haciéndonos un Julio César tras otro. 🏃
Avanzamos con la prisa de alcanzar la siguiente victoria, nuestra batalla de Zela. Una tras otra. Cambiamos de empresa para ganar más y evolucionar profesionalmente. Llegas, ves el percal y te piras. Batalla tras batalla. Empresa tras empresa. Puesto tras puesto. 💼
Y lo cuento porque lo he hecho. Salí de la carrera y encontré mi primer trabajo como desarrollador y cuando entré a la empresa miraba a los project managers con ojos de “yo quiero”. ¡Recién salido de la universidad quería ser senior! 👀
No digo que sea una mala estrategia, digo que puede no ser sostenible y que por el camino se pierden cosas. Entre ellas muchas veces escogemos ser managers sin pararnos a pensar si es lo que realmente queremos. Si es nuestro siguiente paso. A veces no nos paramos a pensar cuál es nuestro camino. 🤔
Profesionalmente vamos de sprint en sprint. 🏃♂️
Y de hecho, no sé si llamarle carrera profesional nos está inyectando una prisa por ganar. Y lo que me pregunto es ganar ¿a quién? Porque hasta donde yo sé, como persona, no estás compitiendo con nadie. Y por otro lado ganar ¿qué? Cuál es la victoria de alcanzar objetivos, cuál es el beneficio personal. ¿Cuál es la meta? ¿Qué se hace después de llegar ahí? 🏆
Quizá me ponga un poco Mr. Awful pero si como yo peinas canas, te quedarán unos 20 o 25 años de carrera profesional. En el mejor de los casos con 67 estaremos jubilados. Si es que dentro de un par de décadas sigue existiendo. 👴
De un tiempo a esta parte me planteo mi vida profesional más como un viaje que como una carrera. Pero un viaje de verdad. No en plan ir a doce sitios para hacerse un selfie y ponerlo en redes. Viajar es una actitud no un acto. Cuando viajas conoces, disfrutas, te deleitas, reflexionas, te empapas del entorno, hasta el punto de que cada viaje te cambia. 🌍
En lo profesional puedes hacer turismo por puestos, proyectos o empresas o puedes viajar. Conocer, disfrutar, deleitarte, reflexionar, empaparte del entorno e, inevitablemente, estar abierto a que cada viaje te cambie como persona. 🧳
El otro día hablaba de los ciclos de gratificación cuando se es manager. Más lejanos en el tiempo, desconectados de las acciones o difícilmente asociables. Pues bien, la actitud del viajero, de disfrutar de cada paso, de cada momento, de cada proyecto, de cada conversación, hace que la gratificación sea instantánea. 🎉
Un poquito menos de veni, vidi, vici y un poco más de veni, vidi y libet. ✨
Un abrazo,