Tal cual, lo que les da la gana. Y quizá te preguntes a menudo ¿por qué? Te lo cuento con una historieta.
Una de mis aficiones es la montaña. En muchos formatos. Correr, senderismo, escalar, rutas invernales. Lo que sea con tal de estar en la montaña. Y si es en buena compañía mejor.
Un día con un muy buen amigo, mi maestro en el mundo de la montaña, estábamos corriendo por la montaña y vimos una zona de rocas que parecía muy atractiva. Íbamos con tiempo y pensamos: ¿qué tal sin nos metemos por esa trepada?
Nos pareció buena idea…
Y lo que parecía una buena idea se enrevesó de mala manera haciendo que tuviéramos que apretar los dientes en algunas zonas. La divertida trepada se convirtión en “quién c… nos manda meternos aquí”.
Salimos de allí, con una sensación extraña de disfrute y susto. Y cuando ya nos volvíamos a encontrar en zona segura le pregunté a mi amigo: “Rafa, ¿por qué nos hemos metido ahí?”
Y la respuesta que me dio, creo que refleja perfectamente el por qué tu equipo hace lo que le da la gana.
A la pregunta Rafa me respondió un simple: “porque podíamos”. Y siguió como si nada…
Tu equipo hace lo que le da la gana porque puede. Tan crudo. Tan sencillo.
Me explico.
Si eliminamos aquellos contextos en los que hay coacción o una cultura del miedo, podemos asumir que de forma generalizada, las personas actuamos libremente. En otro momento podríamos incluso discutir si coaccionado y bajo el miedo somos libres de actuar. Pero eso es para otro momento.
A la afirmación le falta una coletilla. Las personas actuamos libremente dentro de lo que está permitido en el contexto.
Atento.
Cada individuo tenemos un sistema de reglas interno que nos indica lo que es correcto o no. Digamos que evaluamos lo que está permitido en función de lo que no tiene consecuencias negativas. Para cada uno. Y para el grupo.
Dejando a un lado lo meramente legal y lo socialmente mal visto, que asumo tu equipo respeta, tu responsabilidad es marcar los límites en el contexto en el que se desarrolla la labor de tu equipo.
No hablo de reglas. Hablo de límites.
La cultura de un equipo se define casi más por lo que un equipo no está dispuesto a aceptar como correcto que lo que sí admite. Los límites de cómo se quiere comportar.
Dentro de los límites, todo vale. Dentro de los límites, tu equipo hace lo que le da la gana. Porque puede.
Y no, no hablo de controlar lo que hacen.
Además de establecer las prioridades de tu equipo, de eliminar los posibles bloqueos para que puedan avanzar y de que la información fluya de tal forma que puedan tomar las mejores decisiones, tu labor como manager es establecer los límites.
Límites para crear contextos donde ocurren las cosas. Esa es la magia de la gestión de equipos.
Con esto en mente, te lanzo las siguientes preguntas:
¿Qué cosas estás permitiendo a tu equipo que ocurran cosas no esperadas?
¿Qué contexto tendrías que crear para que esas cosas dejaran de ocurrir?
Y sobre todo, ¿qué comportamientos son los que sí quieres ver a cambio?
Si me respondes a estas preguntas te podré dar orientación sobre cómo yo (sin contexto y, por lo tanto, casi sería opinión de cuñao) afrontaría algunas situaciones.
Te escucho.
Un abrazo, David.