Últimamente me estoy yendo muy a lo más básico, a lo que permanece y es inalterable. Podría hablarte de los valores y principios individuales o a las creencias y de ahí sacar la newsletter. Pero no.
Hoy traigo más sabiduría de madre (hola Mamá 👋).
En mi infancia, lo del orden en mi habitación pues no era la prioridad número uno. Quizá tampoco la dos o la tres… Tenía muchos dibujos animados que ver. Y claro, la habitación terminaba siendo, como decía mi madre, una leonera 🦁
Venía del colegio y dejaba la mochila en el suelo, el abrigo en la silla y las zapatillas donde caían. Demasiada entropía 🤪
Hoy en día valoro muchísimo más el orden que cuando era chaval. He entendido que el orden me da tranquilidad y productividad. De eso te puedo hablar otro día.
Cuando mi madre entraba en la habitación y veía el percal, solía darme el mismo discurso. Discurso que hoy inspira esta newsletter y que tiene que ver con gestión de equipos.
- Hijo, ¿qué te cuesta llegar a casa y dejar las cosas ordenadas? Cuando te quitas la mochila sacas los libros y los pones en la mesa, el abrigo lo cuelgas en el perchero, las zapatillas en el zapatero…
Seguramente yo escuchaba pero no asimilaba. Pero hubo una frase que, por lo que sea, se quedó grabada 🧠
- ¿No te das cuenta de que si lo haces bien a la primera lo haces una sola vez?
Ojo, que mi madre me estaba hablando de calidad en la entrega de valor y productividad. A su manera.
Trabajo con muchas empresas sobrepasadas por el día a día, apisonados por lo urgente y desatendiendo lo importante. Todo muy normal. Normal, en el sentido de que es lo que se ha generalizado, no porque sea deseable.
Ni siquiera es lo correcto.
De la frase de mi madre saco dos corolarios:
Corolario 1️⃣: Si lo haces mal tendrás que hacerlo más veces.
El retrabajo es uno de los mayores desperdicios dentro de las empresas actuales. La falta de calidad en lo que hacemos obliga a volver a dedicarle tiempo y esfuerzo a las cosas.
Corolario 2️⃣: Lo tendrás que seguir haciendo si lo sigues haciendo mal.
A la cantidad ingente de trabajo que de por sí ya hay en las empresas, se suman aquellas cosas que vuelven y vuelven y vuelven a volver. Proyectos, iniciativas y tareas que mientras no están terminadas, siguen llevándose nuestro tiempo y, más importante, nuestra atención.
No cerramos y no paramos de abrir 📥
Hacer las cosas bien a la primera no sólo mejora la calidad del resultado final sino que además es una forma de aumentar la productividad. No la productividad entendida como hacer cada vez más y más cosas.
Como decía en la newsletter de la semana pasada: “hacer SÓLO lo correcto y hacerlo correcto”. En la newsleter le añado: “hacer sólo lo correcto, hacerlo correcto y hacerlo a la primera”. Vaya trabalenguas…
¿Y cómo se hace?
Después de muchos años trabajando con infinidad de empresas, de distintos sectores, modelos de negocio y tamaños, me he dado cuenta de que la mayoría de la gente sabe lo que tiene que hacer. Es de “sentido común” y no es difícil.
A saber:
📝 Priorizar la demanda
✋ No aceptar trabajo mal definido
👀 Adelantarse a las dependencias
⏲️ Dedicar tiempo de calidad
Y si es tan fácil, ¿por qué es tan difícil?
Te leo.
Un abrazo, David.