#35 🎥 Le pasé un documental y lo vio mal

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Un amigo acaba de ser padre por primera vez. El otro día conocimos a su hija y tuvimos la típica conversación que se tiene cuando estrenas paternidad: qué tal come, qué tal duerme, qué guapa es. Nada nuevo 👶

Siempre hay conversaciones delicadas por las que hay que pasar de puntillas. Hay posturas que, aún siendo amigos, pueden ofender en función de cómo haya decidido el otro criar a sus hijos. No hay que ofender a una persona en privación de sueño, la reacción puede ser inesperada.

Por eso mismo, intento no dar consejos a menos que me los pidan. Y de hecho, cuando me los piden, nunca digo lo que los otros tienen que hacer. Me limito a contar lo que a mí me ha funcionado y lo que no me ha funcionado. ¡Ah! Y también el precio que he pagado por lo que me funciona.

Pero él me pidió consejo 🤷

La conversación estaba en si desinfectar más o menos los biberones, los chupetes y demás atrezzo del bebé. Más allá de lo concreto, de lo que hablábamos es de si ser más proteccionista o más relajado 🛟

Y aquí fue donde le recomendé un documental con un “míratelo, a mí me encantó y me ayudó mucho para plantearme la paternidad”.

Atento porque tiene que ver con la gestión de equipos.

Básicamente se trata de la historia de cuatro niños a lo largo y ancho del planeta donde se muestra cómo es un día de su vida de camino a la escuela. Kenia 🇰🇪, Argentina 🇦🇷, Marruecos 🇲🇦 y la India 🇮🇳. Muy distinto entre ellos y, por supuesto, con lo que es en España 🇪🇸.

No le quise hacer spoiler y que él mismo sacara sus propias conclusiones. Yo había sacado las mías propias y me sirvieron mucho para decidir mejor cómo criar a mis hijos.

El caso es que después de verlo, me mandó un mensaje para contarme qué pensaba después de verlo.

“Me ha encantado el documental. Me alegra que nuestros hijos no se crien en ese contexto. Son tan delicados y frágiles que lo mejor es protegerlos al máximo.”

“¿Qué? ¡No! El documental no va de eso. No has sabido ver el documental.” Esa fue mi primera reacción pero luego me di cuenta de mi error 🤦

Va de comunicación.

Me gusta distinguir tres cosas: lo que dices, la intención con la que lo dices y lo que se entiende. Tú eres responsable de las dos primeras. Las personas del equipo de la tercera. A veces se parecen las unas a las otras como un huevo a una castaña 🥚🌰

Lo que dices, el documental, puede parecer claro, conciso y directo. Imposible que se malinterprete. Pero no. Mi error fue no decirle claramente cual era mi intención. Por no hacerle spoiler, no le conté lo qué pretendía con la recomendación.

Yo no fui responsable de su interpretación pero sí de no contextualizar mi recomendación. Perdí de vista el sesgo de confirmación, es decir, vemos aquello que confirma lo que creemos ✅

Me habría faltado un: échale un vistazo a este documental, a mí me ayudó mucho a poner en duda creencias sobre la fragilidad de los niños y de lo que son capaces incluso a temprana edad. Y que luego él sacara sus conclusiones.

La comunicación no es lo que dices, es lo que la otra persona entiende. Por eso, la comunicación eficaz va de asegurarse que las tres cosas, mensaje, intención e interpretación, son lo mismo. Somos responsables del mensaje y la intención y también somos responsables de comprobar si la interpretación, lo que el otro entiende, es lo que queríamos expresar.

Sólo cuando recorres ese camino como manager te colocas en una posición privilegiada que te permite fijar mejores objetivos, dar mejor feedback y establecer mejores relaciones.

Todo ello en beneficio de los objetivos de negocio y de humanizar las compañías 🫂

Un abrazo, David.