Tengo una amiga psicóloga que trabajó durante una temporada en un centro penitenciario. Es un mundo que me es muy alejado y tuve ocasión de charlar varias ocasiones sobre cómo era aquello.
Cuando pienso en un centro penitenciario las primeras personas en las que pensamos, para bien o para mal, es en los presos. Pero, ¿y los funcionarios de prisiones?
Esto va de privación de libertades.
En nuestras conversaciones sobre el tema, me contaba cómo era el procedimiento para acceder al centro, las medidas de seguridad y, sobre todo, cómo se desarrollaban las sesiones.
Mi sensación cuando hablábamos del tema era siempre la misma, de agobio. Aún ahora siento la necesidad de respirar hondo y me cuesta hacerlo recordándolo.
En un momento, dije:
- ¿No te daba mal rollo esa sensación de encierro?
Atento porque la respuesta me dejó con el morro torcido. Y he conectado lo que me dijo con la gestión de equipos.
- Bueno, al fin y al cabo, mi paso por allí es muy temporal. Voy apenas un par de veces a la semana, tengo mis sesiones con los pacientes y me vuelvo a casa. Lo que sí tiene que ser una movida son los funcionarios de prisiones. Ellos también están encerrados.
Wait! What? 🤯
- Los funcionarios de prisiones se pasan los días allí metidos, no son dueños de su libertad la mayor parte del tiempo…
Salvando las distancias, los estilos de gestión basados en la desconfianza, el ordeno y mando y el control son cárceles para los empleados. Pero también lo son para los managers.
Me explico.
Si dedicas tu tiempo a controlar todo lo que hacen, dicen, escriben, visitan, compran, escuchan, hablan o piensan las personas de tu equipo, les metes en una cárcel.
En la que tú también estás.
Porque dedicas tu libertad a coartar la libertad de los demás. Eres un funcionario de prisiones. Vives en la cárcel la mayor parte del tiempo.
Como manager, tu libertad pasa por confiar y orientar. De cara a dedicar tu tiempo productivo a cosas explotan tu creatividad, que te estimulan o te hacen sentir que aportas, debes dejar en libertad a las personas de tu equipo.
Y como contaba en la edición que hablé sobre confianza, la única forma de confiar es confiando.
Déjame que te pregunte:
❓ ¿Qué cosas de las que haces con el equipo son una cárcel para ti?
Te escuho.
Un abrazo, David.