Llevo una semana por razones ajenas a lo laboral de mucho estrés provocado por la incertidumbre, la frustración y, por qué no decirlo, saber que hay gente mala. En otro momento, me autocensuraría decir que hay gente mala, pero esta semana así lo siento.
Hoy me acepto con mis flaquezas y me dejo ser.
Y todo ese estrés personal, sumado con dar respuesta a los clientes y proyectos, ha hecho que seguir escribiendo esta newsletter se me hiciera cuesta arriba. Pero anoche, tuve una iluminación.
Va de motivación.
Estaba viendo escribir la newsletter con unas gafas donde el resultado y el impacto (qué porcentaje de apertura tendría la edición, cuántos retuits tendría, etc) era la métrica. Desde fuera de mí.
Pero ¿qué esperaba yo obtener?
El otro día un suscriptor me escribió (hola Juan 👋🏼) y, como vengo haciendo, le pregunté de qué le gustaría que escribiera. Su respuesta me dará para tres o cuatro ediciones porque tiene chicha.
Uno de los temas que planteaba era mantener la motivación teniendo en cuenta la diferencia entre motivación intrínseca y motivación extrínseca.
Muy resumido,
🥕 Motivación extrínseca: lo que cobro, los likes que recibo, el reconocimiento que me dan.
💙 Motivación intrínseca: lo que siento, lo que aprendo, lo que experimento.
Me daba pereza escribir la newsletter porque lo estaba viendo a través de la motivación extrínseca. El resultado, los likes y los millones de euros que ganaré cuando consiga monetizar la newsletter.
Cada uno se engaña como quiere.
En ese momento de desvele, conecté con algo importante para mí. Escribo por el placer de hacerlo desde que tengo uso de razón, es un acto que disfruto en lo intelectual, en lo creativo y sobre todo porque me permite compartir.
Mi motivación intrínseca no varía independientemente del resultado.
Con las personas de tu equipo ocurre parecido, las motivaciones intrínsecas están ahí. No hay que crearlas. No hay que motivar a nadie. La motivación no va de alentar, ordenar o persuadir.
La motivación va de conectar.
Y vuelvo a escribir esta newsletter. No hay diferencia en la acción, se trata de escribir. Lo que necesitaba era un motivo para la acción, motivacción. No lo hago por los clicks, por el open rate o el click-through rate, signifique lo que signifique.
Lo hago porque me aporta, lo disfruto y lo valoro.
Tu labor como manager no es crear motivaciones o crear tareas atómicas dentro de los proyectos para motivar a la gente. Se trata de conocer las motivaciones intrínsecas de las personas del equipo y conectarlas con las tareas.
Entender que una persona valora la capacidad de autonomía, la libertad creativa y aprender de otras áreas, te permite saber no sólo donde va a trabajar con más ahínco, sino además con mayor disfrute.
Es una combinación explosiva 💣
Y sí, la motivación extrínseca es necesaria también. A mí no me gusta hacer facturas y meterlas en la herramienta de gestión pero si no lo hago no cobro.
Y tengo el mal vicio de comer. Varias veces al día.
Si piensas en los miembros de tu equipo:
¿Qué cosas valoran de las tareas que realizan?
¿Con qué cosas entran en estado de flow?
¿Qué cosas hacen en su tiempo libre?
¡Oye! Pues para no querer escribir me he quedado bien a gustito 😌
Un abrazo, David.