Hay un muchacho que se ha vuelto conocido fuera del mundo de la roca por haber escalado el Gran Capitan… sin cuerda. El muchacho se llama Alex Honold.
Hablamos de una pared de 914 metros de altura y un nivel de dificultad, que sin estar en lo más alto de la graduación de la escalada, sólo está accesible a una pequeña población de escaladores (7C+).
¡Qué miedo, ¿no?!
En el documental Free Solo, que terminó ganando un Óscar, cuentan la historia y en las entrevistas siempre le preguntan lo mismo: ¿acaso no tienes miedo? La respuesta podría parecer obvia pero no lo es.
Atención.
Honold siempre dice lo mismo: si tuviera miedo fallaría y me caería. Nadie quiere caerse a 300 metros del suelo. Ni a 800. No lo cuentas. ¿Cómo lo hace entonces?
Sencillo. Está preparado para hacerlo.
Pero no quiero hablarte de escalada y de cómo vivir tu vida sabiendo que al más minimo error eres una calcomonía. Quiero hablar del miedo en la gestión de equipos.
Me había prometido internamente no hablar de IA, creo que ya está hablando mucha gente del tema. El otro día charlando con una suscriptora (hola Cristina 👋🏼) me sugería hablar sobre cómo las IAs podían poner en riesgo puestos de trabajo.
No va de miedo a las IAs. Va de gestión del miedo.
No soy quien para aventurarme a hacer una predicción. No sé si las IAs algún día escribirán esta newsletter así que me centraré en el miedo como emoción que cualquier miembro de tu equipo puede experimentar.
En las entrevistas, Honold comentaba que en el momento de escalar no sentía miedo. No cabe el miedo en esas situaciones. Entra en estado de flow y simplemente repite los pasos que ha practicado una y otra ves.
Escalar sin cuerda tiene “truco”.
Subir esa pared de más de 900 metros a Honold le llevó algo menos de 4 horas. Normalmente la gente hace noche en la pared. Sin embargo, esa ascensión empezó muchos años antes. Muchos años de preparación.
El truco es prepararse.
Lo más probable es que el muchacho sea la persona que mejor conoce esa vía porque la subió con cuerda infinidad de veces y la descendió en rápel otras tantas veces estudiando cada paso. Se la sabe literalmente de memoria. Tenía una coreografía.
Con el miedo a la IA ocurre lo mismo.
Nos dan miedo aquellas situaciones para las que sentimos que no estamos preparados o que no conocemos. O las dos. Una alimenta a la otra.
El miedo en sí mismo no es bueno o malo. Es una señal. Es lo que hacemos con esa señal lo que puede ser adaptativo o desadaptativo. Ignorar el miedo puede hacer que te animes a escalar sin cuerda sin estar preparado.
Calcomanía.
Las IAs son una realidad. No sé si suplirán puestos de trabajo o no, no tengo claro si serán mejores que nosotros o no. Sólo sé que negar su evolución es meter la cabeza bajo tierra.
La forma más adaptativa que conozco de gestionar el miedo es entender qué está poniendo en riesgo, evaluar las alternativas que hay y, cuando llegue el momento, estar preparado para estar afrontar la situación con seguridad.
Hay otra forma que también es adaptativa que es huir del riesgo del que te avisa el miedo. Sin embargo, a menos que tengas una máquina del tiempo eso no es posible. El tiempo sigue pasando y la evolución ya es imparable. Las IAs han venido para quedarse.
Cuando te paras a conocer detenidamente el riesgo del que el miedo te alerta, es posible que hasta le encuentres una ventaja que te permita tener un mejor desempeño en tu actual puesto de trabajo.
Por cierto, antes decía que lo de escalar sin cuerda tiene truco. En el caso de Honold, en el documental muestran cómo reacciona su cerebro ante estímulos que provocan miedo (a humanos como tú y como) y en su caso, la activación es mucho menor.
Básicamente está mal cableado.
Te dejo tres preguntas:
❓ ¿A qué tienes miedo?
❓ ¿De qué te está avisando ese miedo?
❓ ¿Qué puedes hacer para conocer mejor el riesgo y prepararte para cuando suceda?
Un abrazo, David.