El otro día me contactó un cliente. En realidad era una empresa a la que habían pedido un proyecto. Ellos no sabían (o no querían) hacerlo y me llamó.
La cosa fue bastante normal.
- Hola soy <nombre inventado> y te llamo de <empresa inventada>. Nos han pedido un proyecto de <temática inventada> y nos han pasado tu referencia.
La conversación continuó como de costumbre, detalles del proyecto, detalles “anonimizados” del cliente, alcance, horas tarifa…
Todo parecía encajar así que decidimos seguir explorando juntos.
- Mándame un curriculum tuyo y, sobre todo, clientes en los que ya hayas trabajado. Cuanto más grandes sean mejor.
Y aquí mi alma se desdobló.
Por un lado, estaba la parte más pragmática, la que le importan muy poco estas parafernalias de convencer al cliente de que estás cualificado para darles servicio, vender la moto de que lo has hecho antes con éxito. Un poquito de humo. Forma parte del juego.
Nada que objetar.
Y por otro lado, estaba mi parte menos comercial y más honesta a la que no le va mucho el rollo “hice esto en tal empresa mega grande y funcionó, tengo 18 certificaciones y aquí tienes testimonios de mis anteriores jefes”.
Antes de contarte el desenlace, déjame que te cuente el por qué de esta segunda perspectiva.
A menos que trabajes en Google o en Desatranques Jaen, tu empresa se parece a ellas como un huevo a una castaña.
David, es que trabajo en Desatranques Cuenca y los problemas que puedo tener son los mismos que los de Desatranques Jaen.
Es verdad, los problemas pueden ser los mismos o parecidos.
El contexto no lo es.
Ojalá me dieran 20€ cada vez que he oído la expresión: “David, tú no lo entiendes es que nuestra empresa es especial”.
De forma general, en un 95% de las empresas (estadística inventada) los problemas profundos se resumen en, a saber
1️⃣ Comunicación
2️⃣ Alineamiento de objetivos
3️⃣ Relaciones tóxicas
4️⃣ Eficiencia de procesos
¿Y el otro 5%? Problemas menores que se solucionan con una buena formación o un buen plan de captación de talento.
Como decía antes, lo que es distinto es el contexto donde se desarrollan esos problemas.
Por eso no importa un mojón cómo solucionen sus problemas Google, Desatranques Jaen o la frutería de la esquina.
Como no importa un mojón cuantos estilos de liderazgo conozcas o cuántos modelos de escalado sepas utilizar. Lo difícil es descubrir soluciones concretas a contextos concretos. Los modelos funcionan en los contextos en los que fueron creados.
Algunos de ellos son modelos ideales, es decir, no existen.
Aceptar esto es el principio de la solución a los problemas. Aceptar que no existe una solución standard a los problemas de tu equipo o tu empresa, es el primer paso para encontrar la que lo resolverá.
Los enfoques solucionistas, es decir, el problema A se soluciona con B, tienen su lado positivo. Dan sensación de seguridad y tienen un marketing mucho más fácil. A golpe de powerpoint y de casos de éxito.
Los enfoques que afrontan problemas complejos, es decir, exploremos y entendamos bien el problema A y experimentemos con B, C y D para ver qué podría resultar mejor, tienen un marketing mucho peor. La cara es de cuadro cuando te preguntan qué plan tienes y les dices que ninguno, que lo que tienes son hipótesis y experimentos.
El proceso para entender el contexto son cuatro pasos:
1️⃣ Inspiración
2️⃣ Experimentación
3️⃣ Observación
4️⃣ Aprendizaje
Del 1 al 4 y vuelta a empezar. Ad infinitum.
Google, Desatranques Jaen y Spotify sirven como inspiración, no como soluciones a tus problemas. Eso sólo lo encontrarás cuando experimentes, observes tu contexto y aprendas sobre él. Es el contexto de tu empresa lo que sí es especial.
Y nadie sabe o debería saber más que tú sobre tu contexto.
De la misma forma que modelos de liderazgo sirven a Simon Sinek y a Steve Jobs pero lo mismo no te sirve a ti.
No es muy popular ese enfoque de primeras, hay que ir poco a poco creando una relación de confianza para poder exponer esta forma de afrontar los problemas en las compañías. No se puede hacer en un powerpoint, hay que tener a la gente delante para saber leerles.
Por eso mismo, para el proyecto que me estaban proponiendo, se impuso mi postura más pragmática, monté una slide con los casos en los que he participado en los últimos diez años y lo envié.
La clave para ti de todo esto es que la solución a los problemas que estás viviendo en tu equipo y tu empresa, no tienen una solución escrita. Tú debes escribirla.
Y el proceso es el mismo:
1️⃣ Inspiración
2️⃣ Experimentación
3️⃣ Observación
4️⃣ Aprendizaje
Para todo lo demás, powerpoint.
Un abrazo, David.