Te hablo de la EGB, de los años 80… Mi profesora me castigó porque no me supe la dirección completa donde vivía. Me supe la calle y el número, pero no la planta y la letra.
La memoria nunca ha sido mi fuerte y eso me costó un recreo.
Aprendí muchas cosas… Como que si no te aprendes de memoria tu dirección completa te castigan 🤷
Pero déjame que te diga que hoy en día, para la gestión de equipos veo bien el castigo. Y el premio. Pero no de cualquier manera.
Te explico.
Cuando tienes hijos, las nuevas tendencias te dicen que el castigo, como lo hemos entendido hasta ahora, no funcionan para lo que realmente se quiere: modificar comportamientos. Lo de mandar al rincón de pensar tampoco.
Eran otros tiempos. Nada que objetar.
A menudo en estos modelos se hace mención a las consecuencias naturales de los actos de los niños como castigo. Si no te pones el abrigo, acto, pasas frío, consecuencia natural.
Esto se puede llevar fácilmente a la gestión de equipos.
Conecto una cosa con otra.
Si aceptamos la wikipedia como fuente de conocimiento, en la página de castigo dice: El castigo es una sanción o pena impuesta a una comunidad o individuo que causa molestias o padecimientos, motivo por lo que se ejecuta una acción, que puede ser física o verbal, directa o indirecta, contra quien ha cometido una falta o delito.
En una sola frase, está el secreto mejor guardado de la gestión de equipos:
1️⃣ Un castigo debe ser algo que cause molestia o padecimientos.
2️⃣ Un castigo debe tener una acción asociada, física o verbal. Remarco, verbal.
3️⃣ Un castigo puede ser una acción directa o indirecta.
Los castigos más conocidos, espero que no los más comunes, son las acciones físicas directas o las acciones verbales directas. Todo ello para causar molestia o padecimiento. Lo podríamos resumir en agresiones.
Hay una variante más del castigo que es una acción verbal indirecta.
Recogiendo las nuevas tendencias en la educación con esta definición, existe un tipo de castigo que tiene un gran impacto en la gestión de equipos: hacer explícitas las consecuencias naturales de los actos de las personas. Castigo verbal indirecto.
No es trivial porque hay que hacer un ejercicio por encontrar la consecuencia natural. ¿Qué pasa si no entregas a tiempo un trabajo? ¿Qué pasa si llegas tarde a las reuniones por regla? ¿Qué pasa si no compartes información?
La pregunta clave es: ¿cuál es la consecuencia natural?
Y no, que mandes a una persona de tu equipo al rincón de pensar no es consecuencia natural, porque en tu ausencia no existiría consecuencia.
Lo difícil es localizar la consecuencia natural.
Porque una vez que la localizas, el castigo es hacerlo explícito verbalmente. En privado, obviamente. De otra forma se caería en la humillación que no es más que una forma de castigo no natural.
👉🏼 Si no entregas un trabajo a tiempo, habrá retraso con el cliente y habrá una penalización.
👉🏼 Si llegas tarde a las reuniones todo el mundo tendrá que esperar por ti y dedicaremos tiempo muy valioso de todos en algo improductivo.
👉🏼 Si no compartes información, quizá tengamos que llamarte cuando estés de vacaciones. Esta forma de castigo es efectiva porque como animales sociales que somos, una de nuestras necesidades más profundas es sentirnos parte de la tribu. Y cualquier acto que tenga consecuencias no deseadas por tus iguales podría hacer que te excluyeran.
Sé que suena primitivo pero aunque una oficina esté lejos de ser la sabana africana, nuestro sistema emocional no ha evolucionado mucho desde el paleolítico inferior.
También funciona porque el mensajero es sólo portador de las consecuencias y no ejecutor. No eres el juez, eres el vocal.
Y eso reduce el conflicto emocional.
❓ ¿Qué comportamientos de las personas de tu equipo quieres castigar?
❓ ¿Cuál es la consecuencia natural de cada uno de ellos?
Te leo.
Un abrazo, David.